- Ponerte la dirección de tu blog como nick -o mensaje personal- de MSN.
- Usar el post como una medida de tiempo ("Hace 3 posts que no me firmás", "Ya escribí sobre ese tema hace 2 posts").
- Pensar posts mientras viajás en bondi.
- Poner en Google "blogs+templates" para buscar diseños cool
- Creer que una persona es un bagarto si en su perfil no pone mail o su MSN para agregarlo.
- Buscar obsesivamente videos en You Tube para subir a tu sitio.
- Deprimirte si un post tuyo no supera los 3 comentarios, y preguntarte cosas como "¿Le habrá faltado algo? ¿Le estaré perdiendo la mano?" y así, hasta llegar al dilema de todos los días: "¿Y si cierro el blog?"
- Tener aunque sea 1 blog que no funcionó como querías y lo terminaste cerrando.
- De tanto teclear "blogspot", se te complica escribir "globo" sin equivocarte (copyright ChicoZ). Probá.
- Defenestrar cualquier otro servidor de blog que no sea Blogger, como Bitácoras, Blogspirit, Wordpress y bostas así.
- Tener más de 3 GB de MP3s que te bajaste gracias al dios Rapidshare y Megaupload que usan todos los blogs musicales grossos como Stay Free.
- Soñar con que algún día te va a firmar el/la chico/a de tus sueños (de la nada, mágicamente) hasta que te das cuenta que la gente linda no tiene blog.
- Te rompe las bolas que alguien te pregunte: "¿Qué es un blog?", o te venga con dilemas existenciales del tipo: "¿Es lo mismo un blog que una página de internet?"
- Agregar a una persona de tu sexo opuesto al MSN sólo por los gustos musicales que puso en su perfil ("¿Así que le gusta Radiohead, John Frusciante, Las Pelotas, Nirvana y Valle de muñecas? Le re-doy").
- Creer que los templates prediseñados son de mal gusto.
- Ponerte celoso de alguien que recibe más comments que vos, cuando quizás sólo escribió: "Hoy probé la tarta de berenjena". O subió una foto suya con Pedro Aznar. O, peor todavía: con el baterista de Molotov.
- Toquetear el código HTML de la plantilla del diseño y mandarte algún moco cada tanto.
- Lagrimear si superás los 50 comments con un post, y sentirte el más capo.
- Odiar a Leandro Zanoni, el Bebe Contepomi de los blogs