31.5.10
escrito por Nicolás Igarzábal a las 4:54 a. m.
(Foto by Mercedes Desorden)

"Flopa Manza Minimal: función trasnoche", anuncia el cartel en la puerta de Ultra Bar. Agregaron una más este jueves porque es la última del ciclo. Doblete en el mismo día, como si fuera la despedida de Sui Generis en el Luna Park. La cola para entrar llega hasta la esquina. Parejitas felices, amigos, periodistas del palo y conocidos del grupo (¡Rotman y Mimí!). El indie está de fiesta, señores: vuelve al ruedo el trío que reformuló la canción rock/pop/folk (elija la opción correcta) argentina de los 2000, con un sólo disco.

Adentro del lugar se vive un clima de fogón, a tres guitarras. Mucho silencio, cuchicheo entre el público y ruido de vasos. Las mozas trabajan a full (todos amamos a esa moza). En el escenario están sentados Manza a la izquierda, Flopa en el centro y Minimal a la derecha, como si estuvieran en el living de tu casa. En total son 25 canciones y 30 mesas:

Mesa #1: dos chicos y dos chicas. No tienen más de 20 años. Vienen desde Quilmes. Aplauden "Los días por llegar" (Flopa), "La voz del viento" (Minimal) y "Trampas" (Manza), primeros tres temas del show, respetando el mismo orden que el álbum de 2003. Cada músico canta una y los otros acompañan. Primero las damas, obvio.

Mesa #9: una pareja acaramelada y dos amigos mexicanos. Corean "Sonajeros" y "Abrazo impacto". Se preparan momentos solistas. Ariel se las arregla con "Disimular" y "Buscando aquel martillo de Thor" (letra by Fabián Casas). Su tatuaje de Misfits, en el brazo derecho, le recrimina todo el tiempo sus raíces punks y le exige más distorsión. No le hace caso. Cuando vuelven sus dos compañeros, pelan "Desde el viento en la montaña hasta la espuma del mar" (o "Barro" para los amigos). Lo más parecido a un hit que tiene Pez. Los mexicanos se retiran del bar. La pareja se va a un telo.

Mesa #11: cuatro pibes del Foro Pez, ese que tanto le gusta entrar a Minimal para batatear a sus fans. Celebran "No más" y "Abandoná". Manza se queda solo y la pone en el ángulo con "Después" y "Regresar" de Valle de Muñecas. Sus compañeros se reincorporan a escena.

Mesa #13: un periodista mendocino (+1), que se está perdiendo Todos contra Juan. No importa, mañana se pone al día por You Tube. Le presta atención a dos temas nuevos: "Cosecha de amor" y "Atolondrado" (¿Se viene FMM 2?). "Estamos esperando una oferta discográfica multimillonaria", se ríe Minimal frente al público. Manza le sigue el juego. "Hace cuatro horas y media que estamos tocando", le responde. Ya son como las 2 de la mañana.

Mesa #20: una parejita (Nico y Pau) que comparte mesa con dos desconocidos (mina con chongo). Ella toma fernet y él, cerveza en lata. Momento de Flopa (no confundir con Falopa, grupo que toca en Ultra el mes que viene). Clava "Vino bajo el sol" y "Vengas conmigo", mientras Minimal se camufla entre la gente, apuntando directo hacia la barra, y se trae un mojito. El poeta Vicente Luy pide más hielo para su whisky. Había sido el anfitrión de la noche, le había tocado ser telonero, leyendo textos de su Poesía Popular Argentina.

Mesa #24: novios (Facundo y Agustina) a puro agua mineral. Las tres voces vuelven a unirse, esta vez para "Reaccionar" (rescate emotivo de Menos que Cero), "Canción del tonto" (de Martes Menta, grupo sónico del que participaban tanto Ariel como Manza) y "Hombre de mala sangre", cover de David Lebón incluido en su debut solista del '73. El jueves anterior habían versionado "Porque hoy nací" de Manal.

Mesa #30: cuatro amigas (Renata, Luz, Mercedes, Ibi). Piden bises, exaltadas. Los músicos se quedan de espaldas deliberando, haciéndose los interesantes. Habían terminado con "El almaherida" y "Debajo del Álbum Blanco" (alguna vez habría que grabar una versión metalera llamada "Debajo del Álbum Negro", ¿No?). Pegan la vuelta, retoman los instrumentos y cierran con "Dejadez". Y así termina, una vez más, otro día normal en el maravilloso mundo de Flopa Manza Minimal.
 
26.5.10
escrito por Nicolás Igarzábal a las 3:22 a. m.

"200 años, ¿de qué sirvió?", se preguntaba Spinetta en su Jardín de los Presentes (1976). Estos festejos por el Bicentenario de la Revolución de Mayo fueron cinco días moviditos. Fin de semana (demasiado) largo: recitales para millones de personas en la avenida 9 de julio (Nebbia y su balsa de hierro, más Las Pelotas, Kapanga, Pericos, Decadentes), fuegos artificiales, proyecciones 3D sobre el Cabildo, reapertura del Teatro Colón y cierre a todo trapo a cargo de Fito Páez. Hasta tuvimos goleada de la Selección, con Andrés Ciro cantando/tocando el himno en el Monumental, mismo estadio donde hace un año se estaba despidiendo con (y de) Los Piojos. Canadá tenía a la tenor Katherine Jenkins; nosotros a Ciro. Tampoco nos vamos a quejar. Peor debe ser para los chilenos que te lo cante Beto Cuevas.

Ayer Fito arrancó tranquilo, como en el último Luna Park, con "Folis Verghet" -joyita de La la lá- y fue subiendo la temperatura de a poco. Mechó "Tiempo al tiempo", el corte nuevo (feucho), "Al lado del camino" y el rock and roll "El chico de la tapa" (¡La gente pogueaba como si fuera "Ya no sos igual" de Dos Minutos!). En las calles deambulaban familias y amigos, se cruzaban los vendedores de cerveza con los de chupetines. Ningún creativo del sector de marketing de Quilmes habrá imaginado alguna vez que iban a competir contra Pico Dulce.

Cuando en sus shows Fito deja el piano, se cuelga la guitarra y empieza a enumerar capitales como un desquiciado, uno sabe que se viene "Ciudad de pobres corazones" y que la cosa se va a pudrir. Y cuando dice "Ahora les voy a presentar a...", también se adivina que va a subir Fabiana Cantilo, eterna discípula, por decirlo de un modo elegante. Hicieron "11 y 6", con la ex cantante de Los Twist, maquillaje guasón, leyendo la letra (terrible). Más invitados: Claudia Puyó -como siempre- en "El amor después del amor", Juanse pomeleando en "A rodar" y Pablo Milanés (a falta de Mercedes Sosa) para "Yo vengo a ofrecer mi corazón".

El rosarino estaba enganchado (piano hero), con sus rulos rebotando de un lado a otro, como resortes. Un gran domador de masas. "La canción que viene está buenísima, no parece mía", confesó, jodiendo, en referencia a "Tumbas de la gloria". La definió como un mix de Piazzolla, Expósito, McCartney y García (?). Como sea: temas como ese, y "Brillante sobre el mic" (celulares en alto), nos hacen olvidar de discos espantosos como Confiá, Rodolfo, Moda y Pueblo y El mundo cabe en una canción.

La lista se completó con "Un vestido y un amor", "El diablo de tu corazón" (¿Se acuerdan la "censura" de ese videoclip?) y "Circo Beat", con el semáforo de 9 de julio y Sarmiento tambaleando por los fanáticos colgados. "¡Feliz cumpleaños, Argentina!", saludó el cantante al final, tras las últimas estrofas de "Mariposa Tecknicolor". Y después terminaron entonando todos juntos el Himno Nacional. Sí, el de Blas Parera y Vicente López y Planes. El de Charly. El de Los Piojos. El de Megadeth. El de todos.
 
22.5.10
escrito por Nicolás Igarzábal a las 4:28 a. m.
¡Todas pálidas! Una de dos:

o 10Música tiene canje con algún hospital,

o esta no fue la semana ideal para ser rockero.
 
19.5.10
escrito por Nicolás Igarzábal a las 3:30 a. m.
"¿Llegaste? Estoy justo en la puerta de la casa de Luca", le indica una rubia (¿tarada?) a su novio por celular. La calle Alsina está cortada, colapsada por fanáticos de Sumo que se acercaron a la (re)inauguración de la casa de Luca, hoy devenida en restaurante, museo y espacio cultural. Es el mítico domicilio del italiano más argento, el de Alsina 451, donde lo encontraron muerto el 22 de diciembre de 1987, con una sonrisa de oreja a oreja, después de picarse su última dosis de heeeeeeeeeroin. Hoy es 17 de mayo: su cumpleaños. Hubiera festejado los 57.

Hay un escenario armado, donde asoma la marquesina de la UOM como fondo (ideal para un show metalero). Tocan Carla Algeri, Anita y Los Caretas, El Búfalo, Ismael Sokol y Andrea Prodan. La gente desborda la zona desde las 6 de la tarde. Amigos, curiosos, vecinos. Meriendan con cerveza, tetrabrick y -por supuesto- algunas ginebras. Suena "Like London", de Time, Fate, Love en los altoparlantes. Rondan personajes delirantes y bizarros, como el tipo que se abre paso entre el mar de gente tocando la gaita (imposible no pensar en "Crua Chan") o el pelado de campera de cuero y anteojos negros, poseído por Luca, que se pasea con el vinilo de Divididos por la Felicidad entre el público, frotándoselo por la cabeza a cada uno, a modo de bendición rockera. Y cuando el gaitero se junta con el calvo adelante de todo, ufff.

También se ven algunas caras conocidas, como la de Pipo Cipolatti, Wallas y los pibes de El Bordo. Nunca un Mollo, nunca un Pettinato. El cantante de Los Twist, viejo compañero de andanzas nocturnas, dice algo coherente por primera vez en su vida frente a un micrófono: que es mucho mejor recordar a Luca en el día de su nacimiento que en el de su muerte, como hacemos siempre. Aplausos generales. Se descubre una placa en la puerta de la casa, se la declara "lugar histórico" y se lo nombra ciudado ilustre a su famoso dueño (con llave otorgada por el Ministro de Cultura porteño) y bla bla bla. Una formalidad que el líder de Sumo seguramente no hubiera aguantado, una careteada a la que hubiera respondido con un ¡Fuck you!

"Luca no se murió, Luca no se murió, que se muera Cerati la puta madre que lo parió", entonan todos en la calle Alsina, cual himno patriótico, sin saber que su deseo popular casi, casi se cumple esta vez, por culpa de una hemorragia cerebral. En los '80, el Pelado siempre se desmarcó de Soda, Virus y Melero. Acusaba al pop electrónico de frío, aborrecía el maquillaje y los peinados modernos. Cerati veía la dicotomía con Sumo desde otro lado: "Nosotros estábamos en busca de la canción perfecta y ellos en busca de la canción más imperfecta posible". No tan distintos después de todo.
 
17.5.10
escrito por Nicolás Igarzábal a las 11:51 p. m.
El festival Argentina abraza a Argentina en números:

238.140 kilos de comida se recolectaron para los chicos

60.000 personas se acercaron a Figueroa Alcorta y La Pampa

20.000 veces dijo "¿ESTÁN LISTOS???" el de Árbol (volvé Edu, te perdonamos)

240 segundos duró "International Love" de Fidel Nadal (más conocida como "Internaron al Loro")

100 vendedores ambulantes había en el predio (tremendo un churrero que llevaba escrito: "No al paco, sí al churro")

40 años es la edad promedio de los miembros de los Auténticos Decadentes (eternos pende-viejos)

4 banderas uruguayas flameaban durante el show de No Te Va Gustar

3 de los cuatro integrantes de Los Tipitos tienen rulos (sin contar el guitarrista invitado que nadie conoce)

2 temas tocó Walter Domínguez, periodista/músico (tendría que armar un grupo con Nicolás Miguelez y Javier Aguirre)

0 canciones hizo León Gieco (así que este festival solidario pasará a la historia como el primero que no participó Gieco)
 
9.5.10
escrito por Nicolás Igarzábal a las 12:12 a. m.
A continuación, 10 tapas del rock argentino que, seguramente, NO van a tener su mural en las calles de Buenos Aires:

(Tony Sorete, management de rock)

(16 mangos, una ganga!)

(tenía un videjuego así en el año '97, en diskette 5 ¼)

(La Mocosa, La Pulposa... Ya estoy confundido)

(Piero inspirando a Michael Jackson)

(Está hablando del faaaaso)

(¡Que vuelva el 1 a 1, che!)

(Fabi destruida, por haber intentado componer un tema propio)

(Fito y su década de inercia, una tapa jugada)

(¿Se estaban empilchando para un cumple de 15?)
 
4.5.10
escrito por Nicolás Igarzábal a las 12:53 a. m.


El video del año lo hizo La Pulposa (¡Y eso que es del 2009!)

El dueto con el Toti Iglesias es insuperable (Minuto 1:20)

Lo llamé a Botafogo para que opinara sobre la banda.

No me respondió, no sé por qué.
 
2.5.10
escrito por Nicolás Igarzábal a las 11:05 p. m.


(a propósito de la nota de Tavo Kupinski en el Suple Sí)

Se podrían usar muchas frases hechas: "prender el ventilador", "sacar los trapitos al sol", "irse de boca", "embarrar la cancha" o, simplemente, "tirar mierda". Pero ahí estaba Tavo, callejeando por su querido Palomar, mientras se despachaba contra Andrés Ciro Martínez, diciendo(me) que se creía la estrella del grupo, que se pasó de rosca, que la situación se había tornado insostenible para todos. Parecía una actualización del choque de Los Caballeros de la Quema vs. Iván Noble, que terminó con la disolución del grupo en 2002. De hecho, ambas bandas del oeste bonaerense nacieron a finales de los '80, sobrevivientes de la hiperinflación, y se despidieron con una carta de dudosa honestidad y un líder visible con proyección solista.

"Un abrazo de 20 años, enorme, de todo corazón", reza hoy la web de Los Piojos, en un loop incesante que no llega a ninguna home page (mejor metáfora, imposible). En la biografía de Wikipedia es más optimista el panorama: en el ítem de "período", figura "En receso". Para algunos fue la banda de su vida, el soundtrack de su adolescencia (con Tercer Arco y Azul marcados a fuego). Para otros, sólo un grupo que dejó muchos estribillos onomatopéyicos insoportables, en boca de un tipo que cantaba como el botellero de la cuadra.

Tavo desentramó una interna que desde lejos no se veía. Para él habían dejado de ser una banda muchos años antes que el 28 de abril de 2009, cuando se hizo oficial la separación, o el 30 de mayo siguiente, cuando hicieron su último Ritual en River, el mismo día que La Renga tocaba en el Estadio Único de La Plata. A pesar de que Civilización (2007) había sido un buen empujón (¿Se acuerdan del camión por la 9 de Julio, haciendo la gran Beatniks?), hacía tiempo que eran más "máquina" que "sangre".

En el Facebook del guitarrista le dicen que es un grosso, un estúpido, un capo, un hijo de puta. Todo. "Gracias", "innecesario", "sorpresivo". "Te re-banco", "me siento engañado" y "te fuiste de tema". Alguna vez Superhéroes, la-banda-de-los-carteles-graciosos, grabó un tema llamado "El que está al lado del cantante de Los Piojos". Aunque la ironía se podría aplicar a casi todos los músicos del mismo conjunto.

El violero quería desahogarse, quería sacarse toda la mierda de adentro. "Publicá todo, me chupa un huevo", decía. "Ésta es mi verdad", remarcaba. Así como Hunter S. Thompson instaló el periodismo Gonzo, con artículos donde el cronista ponía el pecho a rabiar, acá me sonaba más a periodismo Bonzo: un entrevistado rociándose con declaraciones inflamables, sin importar las consecuencias, y prendiéndose fuego en vivo y en directo para todo el país. Después que despedí a Tavo, me acuerdo que encaré para la estación El Palomar y en la primera casa que pasé estaba sonando "Como Alí" de fondo.

Es raro hablar de Los Piojos en pasado. Siguiendo el camino del Indio Solari post-Redondos, a Ciro seguramente le vaya bien con su debut como solista y convoque multitudes (su nueva banda se llama Los Persas), mientras el resto de sus compañeros la "seguirá chupando y remando" toda la vida. O por lo menos unos cuantos años, hasta que algún productor ponga la papota para una vuelta a todo trapo, un regreso empresarial, que los haga olvidar (ya ves) sus diferencias.