Abogado del diablo: Tati
1) ¡Uhh, el disco en vivo de Blink! Bueno, mirá, yo te digo, vos podrás decir que no, pero está bárbaro. Primero porque tiene lo que todo disco en vivo tiene que tener para ser un éxito, o sea HITS! Hasta los temas horribles de los primeros discos suenan de puta madre acá.
2) ¡Y hay 20 temas! Un re-golazo para los fans y otro para los que sólo quieren un resumen de la obra (?) de Blink-182.
3) Para algunos Blink ni siquiera califica como banda, pero este disco prueba que estos pibes, además de hacer los chistes más escatológicos de la historia, sabían tocar PUNK ROCK, papá. Y montaban tremendos shows donde todos salían felices.
4) Fuera de joda, escuchándolo de nuevo hay temazos como Carousel o Dumpweed que son re-patea cabezas. Pero este no era el punto, sino también comentar como Blink-182 fue una banda muy popular, hoy injustamente olvidada por la vergüenza que nos genera recordar como éramos de pibes. Bueno, éramos como Blink-182 chicos, lo lamento mucho, pero vos hacías muchas huevadas en los cumples de 15 creyéndote que eras vivo. Y este disco engloba el concepto de adolescente como pocos, ¿Eso está mal? ¿Está bien? Desde aquí yo opino, que mientras hagas una canción tan buena como Adam’s Song, está todo perdonado.
5) Y decime la verdad, ¿No preferís los interminables chiste sobre vergas y hemorroides de Blink, que tener que aguantarte los alaridos interminables de Jared Letto? Por eso reivindiquemos a Blink, pero no el Blink del último disco, que eran ya emos, sino el Blink totalmente descerebrado, que no se tomaba en serio para nada y encontraba en ese boludeo canciones buenísimas. Reivindiquemos este discazo para la posteridad, hagámoslo por nuestros hijos.