Se calza la campera de cuero: Fender Gebiet
Después de los quilombetes con el temita de las cadenas, Riff se estaba quedando sin lugares para tocar y bien es sabido que sin presentaciones en vivo, los músicos se pelean y empiezan sus desesperados "proyectos personales". En el '84 se disolvían sin demasiado ruido y eso para el Heavy Metal argento era pésimo porque no había quién tirara del carro. Los engendros como Boxer (de Boff Serafine), Bloke o Hellion no andaban bien (porque eran malos) y V8 estaba en la misma (a pesar de lo que diga la leyenda), con malas críticas por problemas varios; desde lo mal que sonaban hasta peleas entre los miembros en el escenario (con el público era lo de menos).
1) Vi a Riff en el famoso recital-descontrol en Obras, con Danny Peyronel en ¡teclados! y esta vuelta era una mejora sustancial. Si había algo que no pegaba con la onda de Riff era el glam californiano del hermano de Michel (las calzas animal print de JAF tampoco pegaban debo decir).
2) Para volver al ruedo, Pappo y Vitico prepararon bien el terreno; invirtieron unos mangos en la producción musical, sumaron a Oscar Moro en batería (en realidad, sólo para la grabación y la presentación del disco en Obras; Jota Morelli estuvo después) y Juan Antonio Ferreyra en guitarra y voz.
3) No se notaba la falta de Boff ni la de Michel, sobre todo porque seguían las mismas letras "apocalípticas" de este último y Pappo igual nos regalaba sus palabras mágicas, como "electrográfico" (en "Dios Devorador") y la sintaxis de siempre, peleada con la Real Academia.
4) Todavía recuerdo mi sensación de "¿Qué hace Moro ahí?" cuando vi la tapa por primera vez. Pero como siempre, cumplió con creces. Hasta compuso buena parte del disco. Los que bardeaban a Serú Girán e idolatraban a Pappo se tuvieron que comer los mocos.
5) A pesar de que JAF nunca fue bien visto en el ambiente (ni hablar como patrón de otros músicos), entonces ¡tenía pelo! y era la "joven promesa" del hard rock. Verlo tocar en Riff era como verlo jugar en Primera. Rompió el mito que había en el rock pesado argentino, que decía que no se podía cantar bien este tipo de música en castellano ("cantar bien" como Ian Gillan o Robert Plant, no a puro falsete como Rob Halford o Brian Johnson, algo que sí hacían Mario Ian y el más veterano Saúl Blanch, o "como salga" como el propio Carpo).
6) Pappo dijo en el programa de Tom Lupo que JAF "tenía influencias de James Brown y Prince, aunque a mí me gusta más James Brown", confesión no demasiado dentro del contexto de Riff, las cadenas y la rompedumbre habitual de lugares. Parece que el mainstream entendió la intención porque empezó a sonar en las radios "Elena X" sin parar.
7) El tema "Dios Devorador" creó toda una nueva tanda de novatos guitarristas capaces de entender cómo se hacía un "power chord" (así no somos tan obvios con la palabra "riff") con Em.
8) A pesar de ser "más blandos" que bandas como V8 (que crecieron a la sombra protectora de Riff), el disco tiene uno de los mejores approaches de Pappo al incipiente trash metal: "Arañas y ratas", que todavía hoy hace mover la patita.
9) Si tomamos en cuenta la carrera de JAF después del efímero paso por Riff, en este disco profetizó sobre sí mismo: Elena X, cambiando el género de la protagonista, habla de un cantante que se queda en la mitad de su carrera. Un vidente.