A fines de 2006, Edu Schmidt pegaba el portazo y se iba en el momento más exitoso de Árbol, cansado de la fábrica de canciones (para nenes de 5 años) que sonaban en peloteros y calesitas hasta el hartazgo. "No quiero ser un infeliz con plata", explicaba él, despegándose de la onda "Little Dreams", mientras salía a pelearla por su cuenta, desde cero, a fuerza de pogo & mosh en las noches del Salón Pueyrredón (a falta de Cementos y Mocambos). "Antes de salir al escenario escuchaba un montón de gente y me iban a aplaudir aunque me tirara un pedo", recordaba, con crudeza, en la misma entrevista, "Ahora hay muchos menos y tenés que salir a ganártelos".
Hoy, cuatro años después, "el ex cantante de Árbol" (como le van a decir de acá al 2028), tiene su debut en la calle y se llama El silencio es salud. Una tapa que recuerda a las antiguas publicidades de Geniol y un título que resignifica la orden de los carteles de los hospitales y que a la vez se mofa de aquel eslogan nefasto de la dictadura militar (así como Felipe Pigna también reformuló el concepto de "Algo Habrán Hecho"). Un disco esquizofrénico, veraniego, con algunos skas delirantes y otros punkitos pegadizos, como un puente entre Árbol (1998) y Chapusong's (2003).
Justamente, es un CD ideal para todos los que siguieron a la banda de Haedo hasta ese tercer disco bisagra (hay aires a "Vomitando flores", "Ya me voy" y "La Vida", por ejemplo), que en definitiva son más o menos los mismos que aguantaron a Catupecu Machu hasta Cuentos Decapitados, a Los Tipitos hasta Armando Camaleón y a El Otro Yo hasta Colmena.
Edu -que quede claro- no es que ahora vaya a hacer thrash-metal, ni a tener 20 años de nuevo para tocarte "Rosita" al palo (oh, oh, mother fucker!!), pero al menos no está cantando "El sábado en Ramos descontrolamos" (?), escribiendo temas sobre viajes de egresados, ni pidiendo "No me etiquetes", como le decís a tus amigos cuando vas a bailar, para que no te escrachen vía Facebook si estás de trampa. No. Acá, en estos 13 temas, queda un pelín de dignidad todavía. Como dictan los versos de "Por eso no puedo", el track 11: "Lo que hay es lo que ves / canto canciones para poder comer / y lo que ves es lo que hay / si no te gusta, cambiá de canal".
Che, a mí se me hizo más parecido a Guau! que a cualquier otra cosa. Las canciones siguen siendo ingenuotas y demás, cero picantes... Me decepcionó bastante el disco.
che, averiguate la verdad de porque edu se fue de arbol, esa es una buena historia (con abogados y mucha guita de por medio) nada de amor al arte, "plata plata plata quiero yo"
una verdadera cagada el disco, dasafina como nadie y eso q lo creia un buen musico! era 100 veces mejor el demo, y los q siguen a este dicen q arbol se vendio y su disco es ultrapop. PERO POR FAVOOR